Biografía de Gilbert Ryle

¿Quién fue Gilbert Ryle?

Gilbert Ryle (1900 – 1976) fue un filósofo británico del siglo XX, asociado principalmente al movimiento de la Filosofía del Lenguaje Ordinario.

Tuvo una enorme influencia en el desarrollo de la filosofía analítica del siglo XX, especialmente en las áreas de la filosofía de la mente y la filosofía del lenguaje.

Fue especialmente conocido por su crítica definitiva al dualismo de Descartes (para el que acuñó la frase «el fantasma en la máquina») y a otras teorías tradicionales sobre la mente y el cuerpo. Su forma de conductismo filosófico (la creencia de que todos los fenómenos mentales pueden explicarse por referencia al comportamiento públicamente observable) se convirtió en una opinión estándar durante varias décadas.

Vida

Ryle nació el 19 de agosto de 1900 en Brighton, Inglaterra, siendo uno de los diez hijos de una familia próspera. Su padre era médico, pero también un generalista que se interesaba por la filosofía y la astronomía, y transmitió a sus hijos una impresionante biblioteca, y el joven Ryle creció en un ambiente de aprendizaje.

Se educó en el Brighton College y, en 1919, fue al Queen’s College de Oxford, inicialmente para estudiar Clásicas, aunque pronto se sintió atraído por la Filosofía. Se graduó con honores en 1924 y fue nombrado profesor de Filosofía en Christ Church, Oxford. Se convirtió en tutor un año más tarde, y permaneció en Christ Church hasta la Segunda Guerra Mundial (y permaneció en Oxford durante toda su carrera académica hasta su jubilación en 1968).

Ryle, un hábil lingüista, fue reclutado para realizar trabajos de inteligencia con la Guardia Galesa durante la Segunda Guerra Mundial, y alcanzó el rango de comandante al final de la misma. Regresó a Oxford en 1945, donde fue elegido profesor Waynflete de Filosofía Metafísica y miembro del Magdalen College de Oxford. En general, se le consideraba un hombre fácil y sociable y un conversador entretenido, pero un polemista feroz y formidable, que no perdonaba la pomposidad ni la pretenciosidad.

Fue presidente de la Sociedad Aristotélica de 1945 a 1946, y editor de la revista filosófica «Mind» durante casi veinticinco años, de 1947 a 1971. Publicó su principal obra, «The Concept of Mind», en 1949.

Soltero empedernido, vivió tras su jubilación en 1968 con su hermana gemela, Mary, en el pueblo de Islip, Oxfordshire. La jardinería y el senderismo le proporcionaban un inmenso placer, al igual que su pipa (sin la que rara vez se le veía). Ryle murió el 6 de octubre de 1976 en Whitby, en el norte de Yorkshire, después de un día de paseo por los páramos.

Obra

En sus escritos, Ryle tenía un estilo literario e instantáneamente reconocible. Se le conoce principalmente por su libro «El concepto de la mente» (1949), pero también escribió una colección de piezas más cortas titulada «Dilemas» (1954), así como «El progreso de Platón» (1966) y «Sobre el pensamiento» (1979). «El concepto de la mente», en particular, fue reconocido en su aparición como una importante contribución a la psicología filosófica y a la filosofía de la mente, y una obra importante en el movimiento de la filosofía del lenguaje ordinario.

En su «The Concept of Mind» de 1949, Ryle atacó el dualismo cuerpo-mente (la afirmación de que la mente es una entidad independiente que habita y gobierna el cuerpo) que ha impregnado en gran medida la filosofía occidental desde René Descartes en el siglo XVII, rechazándolo como una pieza redundante de literalidad arrastrada desde la época anterior al establecimiento de las ciencias biológicas. Ryle rechazó la idea de que la naturaleza es una máquina compleja, y que la naturaleza humana es una máquina más pequeña con un «fantasma» dentro para explicar la inteligencia, la espontaneidad y otras cualidades humanas de este tipo (se refirió al modelo de Descartes como «el dogma del fantasma en la máquina»).

Ryle creía que las teorías clásicas (ya fueran cartesianas, idealistas o materialistas) cometían un «error de categoría» básico al intentar analizar la relación entre «mente» y «cuerpo» como si fueran términos de la misma categoría lógica. Sostuvo que los filósofos no necesitan un principio «oculto» para explicar las capacidades supra-mecánicas de los seres humanos, porque el funcionamiento de la mente no es distinto de las acciones del cuerpo, sino que son una misma cosa. Visto de otro modo, caracterizó la mente como un conjunto de capacidades y habilidades que pertenecen al cuerpo.

Afirmó que el vocabulario mental no es más que una forma diferente de describir la acción, y que los motivos de una persona se definen por su disposición a actuar en determinadas situaciones. Llegó a la conclusión de que las descripciones adecuadas del comportamiento humano no necesitan referirse a nada más que a las operaciones de los cuerpos humanos, lo que puede considerarse una forma de conductismo filosófico (también conocido como conductismo analítico o lógico) que se convirtió en una opinión estándar entre los filósofos del lenguaje ordinario durante varias décadas (aunque más recientemente se ha transformado en una especie de funcionalismo).

Ryle también formuló una analogía cartográfica para su concepción de la filosofía. Sugirió que los hablantes competentes de una lengua son para un filósofo lo que los simples aldeanos son para un cartógrafo. El aldeano sabe moverse por su pueblo lo suficientemente bien para fines personales y prácticos, pero puede no ser capaz de utilizar un mapa para señalar o describir las rutas a un forastero. De la misma manera, los filósofos deberían ser capaces de explicar y hacer evidente el significado de las oraciones «mapeando» las palabras y frases de un enunciado particular, generando lo que Ryle llamó «hilos de implicación», de tal manera que cada palabra o frase de un enunciado contribuye al enunciado de tal manera que, si las palabras o frases fueran cambiadas, el enunciado tendría una implicación diferente. La filosofía, por tanto, debe buscar el significado de estos hilos de implicación en los enunciados en los que se utilizan.