Biografia de Jeremy Bentham

¿Quién fue Jeremy Bentham?

Jeremy Bentham foto filosofia

Jeremy Bentham (1748 – 1832) fue un filósofo, político radical y reformador jurídico y social inglés de principios de la Edad Moderna. Se le conoce sobre todo por ser el fundador del utilitarismo, que consideraba el principio moral subyacente en el que debían basarse sus reformas jurídicas y sociales. Aunque su influencia durante su vida fue quizá menor, su impacto fue mayor en años posteriores, ya que sus ideas fueron continuadas por seguidores como John Stuart Mill, Robert Owen y John Austin.

Vida

Bentham nació en Spitalfields, Londres, el 15 de febrero de 1748, hijo de un rico abogado tory. Fue un niño prodigio y, supuestamente, se le encontró de pequeño sentado en el escritorio de su padre leyendo una historia de Inglaterra en varios volúmenes, y comenzó a estudiar latín a los tres años. Fue a la Westminster School, y en 1760 (a la edad de 12 años) su padre lo envió al Queen’s College de Oxford, donde se licenció en 1763 y se licenció en 1766. Se formó como abogado en Lincoln’s Inn, Londres, y se colegió en 1769 (aunque nunca llegó a ejercer).

Sin embargo, pronto se desilusionó con la abogacía y abandonó sus primeras opiniones políticas conservadoras tras leer la obra del teólogo y filósofo natural británico del siglo XVIII Joseph Priestley (1733 – 1804). Ganó mucha atención cuando su primera obra importante, «A Fragment on Government» de 1776, criticó al principal teórico jurídico de la Inglaterra del siglo XVIII, Sir William Blackstone (1773 – 1780), y, a raíz de esta publicación, se hizo amigo del poderoso Lord Shelburne (1737 – 1805), lo que le permitió dedicar tiempo a viajar y a escribir. Entre sus primeros seguidores se encontraban el economista David Ricardo (1772 – 1823), y Robert Owen (1771 – 1858), el reformador social galés y uno de los fundadores del socialismo y del movimiento cooperativo.

Bentham mantuvo una correspondencia regular con el conde francés de Mirabeau (1749 – 1791), moderado durante la Revolución Francesa de 1789 – 1799, aunque criticó abiertamente el discurso revolucionario de los derechos naturales (el concepto de un derecho universal inherente a la naturaleza de los seres vivos, que no está supeditado a las leyes o a las creencias), y la violencia que surgió tras la toma del poder por los jacobinos en 1792. También mantuvo una amistad personal con el precursor de la independencia latinoamericana Francisco de Miranda (1750 – 1816), y mantuvo una correspondencia mutuamente beneficiosa con el pionero economista político Adam Smith.

Hacia 1808 conoció a James Mill (1773 – 1836), que se convertiría en su secretario y principal colaborador, y juntos cofundaron la «Westminster Review» en 1823 como revista para un grupo de discípulos más jóvenes que se conocieron como los «radicales filosóficos» (entre los colaboradores de la revista estaban Lord Byron, Samuel Taylor Coleridge y Thomas Carlyle). Mill, y su hijo, John Stuart Mill, se convirtieron en los alumnos más comprometidos de Bentham, y fueron en gran medida responsables de popularizar la visión de Bentham y, en particular, su teoría del utilitarismo. Bentham solía escribir él mismo en un estilo bastante complejo, y otros reformistas radicales como Sir Francis Burdett (1770 – 1844), Leigh Hunt (1784 – 1859), William Cobbett (1763 – 1835) y Henry Brougham (1778 – 1868) intentaron comunicar sus ideas a la clase trabajadora.

Jeremy Bentham murió el 6 de junio de 1832 en su Londres natal y, tal y como pidió en su testamento, su cuerpo fue conservado y guardado en un armario de madera, al que llamó su «Auto-Icono», y que aún se mantiene expuesto en el University College de Londres.

Obras

La mayor parte de los escritos de Bentham no se publicaron en vida, y varias de sus obras aparecieron por primera vez en traducciones al francés de Étienne Dumont (algunas de ellas no se publicaron en inglés hasta la década de 1820 como resultado de la retraducción del francés). Su obra más importante fue «Los principios de la moral y la legislación», de 1780, en la que se expuso por primera vez su formulación del utilitarismo.

Bentham propuso un principio moral subyacente en el que debían basarse sus reformas jurídicas y sociales, que denominó Utilitarismo. Esta filosofía (esencialmente una modificación del hedonismo) evalúa las acciones en función de sus consecuencias (un tipo de consecuencialismo), y sostiene que el acto o la política correctos son los que causan «la mayor felicidad del mayor número», frase que atribuyó a Joseph Priestley (1733 – 1804). También propuso un «cálculo felicitario» para estimar el estatus moral (o «factor de felicidad») de cualquier acción, utilizando una clasificación de 12 dolores y 14 placeres. Su teoría inicial (a menudo denominada principio de utilidad o principio de la mayor felicidad) fue desarrollada por sus alumnos, en particular por John Stuart Mill, para incorporar más un principio de equidad y justicia, cuya falta fue criticada en la formulación original de Bentham.

Sus opiniones sobre la economía monetaria (a diferencia de las de sus contemporáneos Adam Smith y David Ricardo) se centraron en la expansión monetaria como medio para ayudar a crear el pleno empleo. Se le puede considerar como un liberal clásico y de mercado, y trató de convencer a Smith de que su «Riqueza de las Naciones» exigía demasiada regulación.

La posición política de Bentham incluía argumentos a favor de la libertad individual y económica, la separación de la Iglesia y el Estado, la libertad de expresión, la igualdad de derechos para las mujeres, la abolición de la esclavitud y del castigo físico (incluido el de los niños), el reconocimiento de los derechos de los animales, el derecho al divorcio, la promoción del libre comercio y la usura y la despenalización de la homosexualidad.

Entre sus numerosas propuestas de reforma jurídica y social se encuentra el diseño de un edificio carcelario que denominó el Panóptico y que ejerció una importante influencia en las generaciones posteriores de pensadores. Ya en 1798, escribió que la paz universal sólo podría obtenerse logrando primero la unidad europea. También contribuyó a la fundación de la Universidad de Londres en 1826, que fue la primera universidad inglesa en admitir a todos, independientemente de su raza, credo o creencia política.

Escrito por: Gonzalo Jiménez

Licenciado en Filosofía en la Universidad de Granada (UGR), con Máster en Filosofía Contemporánea en la Universidad Complutense de Madrid (UCM)
Desde 2015, se ha desempeñado como docente universitario y como colaborador en diversas publicaciones Académicas, con artículos y ensayos. Es aficionado a la lectura de textos antiguos y le gustan las películas y los gatos.

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