Biografía de Protágoras

¿Quién fue Protágoras?

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Protágoras (c. 490 – 420 a.C.) fue un filósofo griego presocrático de Tracia, en el norte de Grecia, aunque se dio a conocer como profesor y consejero en Atenas.

Junto con su tosco contemporáneo Gorgias, se le considera una de las principales figuras de la escuela filosófica del sofismo, y Platón le atribuye la invención del papel del sofista profesional o maestro de la virtud. También se le conoce a veces como el padre del relativismo y del agnosticismo.

Vida

Protágoras nació en Abdera, Tracia, en el norte de Grecia. Las pistas del diálogo «Protágoras» de Platón sugieren una fecha de nacimiento no posterior al 490 a.C., aunque no se dispone de información exacta.

Viajó por Grecia durante algunos años ganándose la vida principalmente como profesor y consejero, antes de establecerse en Atenas. Allí era muy conocido y se hizo amigo del destacado estadista ateniense Pericles (c. 495 – 429 a.C.) y de otros atenienses ricos e influyentes. Al parecer, Pericles le invitó a redactar la constitución de la recién fundada colonia ateniense de Thurii en el año 444 a.C.

Protágoras fue probablemente el primer griego que ganó dinero en la enseñanza superior y era famoso por los altísimos honorarios que cobraba. Su enseñanza incluía áreas generales como la oratoria, la crítica de la poesía, la ciudadanía y la gramática. Sus métodos de enseñanza consistían principalmente en conferencias, que incluían modelos de oraciones, análisis de poemas, discusiones sobre la ortopeya (los significados y usos correctos de las palabras) y reglas generales de retórica y oratoria. Su público estaba formado principalmente por hombres adinerados de las élites sociales y comerciales de Atenas.

En torno a la vida de Protágoras se desarrollaron muchas leyendas posteriores (probablemente falsas), como la de que estudió con Demócrito, su juicio por impiedad y ateísmo, la quema de sus libros, su huida de Atenas a Sicilia y su muerte por ahogamiento.

En el diálogo «Meno» de Platón, se dice que Protágoras murió a la edad de 70 años, después de 40 años como sofista practicante, lo que situaría su muerte hacia el 420 a.C.

Obras

Parece ser que Protágoras escribió muchas obras, de las cuales las dos que conocemos con certeza son «Aletheia» («La verdad») y «Peri Theon» («Sobre los dioses»). Por desgracia, ninguna de sus obras ha sobrevivido a la destrucción de los tiempos. Lo que conocemos de sus obras son sólo algunos fragmentos citados en los escritos de otros filósofos, especialmente Platón, Aristóteles, Diógenes Laërtus y Sexto Empírico.

Aunque fue casi contemporáneo de Sócrates, Protágoras se considera un pensador presocrático, ya que siguió más la tradición jónica de la crítica, que el método más demostrativo de Sócrates y sus seguidores, Platón y Aristóteles. Sin embargo, aportó a la filosofía un método para encontrar un argumento mejor descartando el menos viable (conocido como «antilogía»). Su afirmación de poder «hacer que el peor caso sea el mejor» era una habilidad oratoria útil en la extremadamente litigiosa cuasi-democracia de Atenas, pero también tenía el potencial de promover lo que la mayoría de los atenienses consideraban injusticia o inmoralidad, y llevó a una creciente desconfianza hacia el sofismo.

Aunque se cita fuera de contexto en una obra posterior, su frase más famosa procede de su «Verdad»: «El hombre es la medida de todas las cosas: de las que son, que son, y de las que no son, que no son». Otra frase de Protágoras citada en las «Vidas de Filósofos Eminentes» de Diógenes Laërtus es: «Toda cuestión tiene dos caras». Ambas son declaraciones sucintas de la doctrina del relativismo (que nada es exclusivamente bueno o malo, verdadero o falso, y que no existe una verdad general u objetiva), y más concretamente del relativismo moral. Su idea de que los juicios y el conocimiento son en cierto modo relativos a la persona que juzga o conoce (y que, de hecho, hay tantas escalas distintas de bien y mal como individuos hay en el mundo), que ha llegado a conocerse como Subjetivismo Ético, ha sido muy influyente y sigue siendo ampliamente discutida en la filosofía contemporánea.

En su obra perdida «Sobre los dioses», Protágoras escribió: «En cuanto a los dioses, no tengo forma de saber si existen o no o de qué clase pueden ser, debido a la oscuridad del tema y a la brevedad de la vida humana». Esta audaz confesión de agnosticismo fue, sin duda, bastante chocante en su época.

 

Escrito por: Gonzalo Jiménez

Licenciado en Filosofía en la Universidad de Granada (UGR), con Máster en Filosofía Contemporánea en la Universidad Complutense de Madrid (UCM)
Desde 2015, se ha desempeñado como docente universitario y como colaborador en diversas publicaciones Académicas, con artículos y ensayos. Es aficionado a la lectura de textos antiguos y le gustan las películas y los gatos.

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