Un texto filosófico es una exploración del significado de la vida y de la realidad, generalmente mediante una argumentación lógica y sistemática. Estos escritos se basan en el pensamiento analítico formal, en lugar de en la narración, es decir, al contrario de un relato, un texto filosófico pone en duda conceptos aceptados y refleja los pensamientos creados luego de un proceso abstracto de reflexión.
Para crear un texto filosófico, es necesario comenzar con una pregunta general sobre la vida, el ser humano u otros temas similares. Esta pregunta puede ser algo como: ¿Cómo podemos entender la ética y la moral? Esta pregunta simple puede dar pie a muchas explicaciones teóricas – inquietudes, argumentos, teorías – que formarán la base de un texto filosófico.
Una vez que tengas la idea principal del texto, lo siguiente que querrás hacer es investigar el tema. Existen muchos recursos para encontrar información pertinente, como textos de filósofos, artículos de prensa, libros, documentales y programas de televisión. Todo esto puede servirte para obtener opiniones y argumentos que sustentarán la teoría que estás desarrollando en tu texto.
Una vez que tengas la información necesaria, entonces puedes comenzar a escribir tu texto. Esto significa desarrollar la idea original de manera lógica y coherente. Es importante recordar que un texto filosófico debe contener más que sólo una lista de argumentos. Para que un texto sea convincente, los puntos planteados deben ir seguidos y relacionados entre sí. Por ejemplo, si un párrafo presenta una premisa, el siguiente debería explicar por qué dicha premisa es válida o cómo llegaste a esa conclusión.
Finalmente, un elemento clave para un texto filosófico bien escrito es una sólida conclusión. Es importante no perder de vista la pregunta original del ensayo, ya que esto dará coherencia a tu escrito. Tu conclusión debe enmarcar conceptos principales y presentar la respuesta a tu pregunta inicial. Esto permitirá que la idea original quede en el fondo del lector.
En conclusión, para escribir un texto filosófico se necesita una pregunta concreta como punto de partida, un proceso de investigación para apoyar las argumentaciones en un ensayo coherente y una conclusión para que la idea principal quede en la mente del lector..