Durante milenios, los líderes han sido vistos como figuras inspiradoras. Muchos líderes se han destacado por su valentía, fuerza y perspicacia. Uno de los líderes más notables que ha existido es Jesús de Nazaret. A nivel espiritual, Jesús fue un faro de luz en un mundo con muchos problemas y fue un modelo a seguir para sus seguidores. Si bien es verdad que todos somos únicos, Jesús nos ofrece una manera excelente de crear y guiar a nuestros seguidores, para que seamos verdaderos líderes.
Para empezar, hay que entender que Jesús demostró un gran compromiso al servir a todos por igual, dentro de los roles de liderazgo. Esperaba igualmente de los líderes y de sus seguidores. La importancia de esto como líder no puede subestimarse. Tanto si somos líderes religiosos como cualquiera que lidere en una organización, debemos esforzarnos por tratar igualmente a todos, tanto a líderes como a seguidores. Esto es vital para mantener la confianza y el respeto, y asegurar que nuestro liderazgo se mantenga fuerte.
En segundo lugar, destaca el ejemplo de Jesús de ser un líder humilde y servicial. En comparación con otros líderes de su época, Jesús no demostró estatus o se mostró servil para obtener la aprobación de sus seguidores. En cambio, demostró ser alguien que era consciente de su responsabilidad como líder por servir a otros, compartiendo su sabiduría y compasión. Como líder del siglo XXI, también debemos buscar estos principios e intentar hacernos cargo de los desafíos a nuestro alcance.
Finalmente, hay que recordar que Jesús también fue un líder proactivo, que no solo motivó a otros a seguir sus palabras e ideas sino que también los llevó al lugar al que quería ser llevado. Esto nos da una excelente lección para guiar nuestra propia vida y establecer una guía clara para los líderes. Debemos establecer objetivos claros para nuestros seguidores, incentivarlos a alcanzarlos y trabajar arduamente para que lo consigan. Si somos pacientes, empáticos y comprometidos, entonces mostraremos a los demás de qué estamos hechos como líderes.
Según estas tres lecciones fundamentales, podemos ver que, como líderes, podemos encontrar muchas ideas e inspiración de Jesús. Si desarrollamos nuestras habilidades de liderazgo al nivel adecuado, estamos en una mejor posición para ser un mejor líder, como lo hizo Jesús, y dirigir nuestras organizaciones al éxito. No podemos hacer esto por nuestra cuenta, por lo que debemos aceptar el apoyo de nuestros seguidores, que dependerán de nosotros para lograr este objetivo. Si somos fieles a sus enseñanzas y seguimos su ejemplo, entonces estaremos listos para liderar en la dirección correcta..