Platón fue uno de los filósofos más influyentes de la antigua Grecia. Su trabajo se enfoca principalmente en cuestiones de ética, política y educación. En estos temas, surgió el planteamiento de Platón sobre el bien y el mal.
Su principal postura sobre el tema señala que el bien se identifica con la virtud moral, lo cual implica que todo lo que sea justo, compasivo, equitativo y honorable es bueno. Estos conceptos van de la mano de principios éticos para los cuales existen leyes y valores establecidos por la sociedad.
Por otra parte, el mal se asocia al amor al poder y a la desigualdad. El mal es aquello que se aparta de los valores éticos estipulados por la sociedad y que pueden dañar a otros seres humanos y en especial a la sociedad en su conjunto.
Para Platón, el bien puede ser alcanzado a través de la razón, la justicia y la virtud moral. El bien es aquello que lleva a un estado perfecto de armonía y equilibrio. En cambio, el mal no se puede alcanzar a través de los medios racionales, sino que persigue soluciones sin fundamento alguno.
Platón también defendía la teoría de que el bien estaba presente desde los comienzos del universo y que el mal, en cambio, es una mera búsqueda artificial del hombre. De esta manera, el pensador sostenía que el bien podía ser alcanzado sin requerir al mismo tiempo el mal, siempre que uno actuara de forma moral.
En resumen, el planteamiento de Platón sobre el bien y el mal es que el bien se asocia a la virtud moral y la justicia y el mal a lo contrario. El bien es alcanzable a través del uso de la razón y el mal es ajeno a los códigos éticos establecidos por la sociedad..