¿Cuál es la mejor forma de vivir según Aristóteles? Esta es una pregunta que los filósofos han estado discutiendo desde hace mucho tiempo y la respuesta es una conclusión complicada. En su Enheduanna, Aristóteles ofreció una mirada profunda en la vida humana y de dónde se origina el bien y el mal. A Aristóteles le interesaba la felicidad. Para él, la mejor forma de vivir se centra en valores positivos como el compañerismo, una mente brillante, temperancia, generosidad, moderación y ánimo.
En primer lugar, Aristóteles defendió que el éxito de la vida humana debe medirse por la calidad de las relaciones que una persona establece con los demás. Él creía que la armonía, el equilibrio y el compañerismo eran necesarios para una forma satisfactoria del existir. La gente necesitaba la amistad, el cariño y la ayuda de otras personas para servir como un respaldo moral cuando se enfrentan a problemas difíciles.
En segundo lugar, Aristóteles también creía que una sana mente era fundamental para conseguir una buena vida. El filósofo pensaba que la inteligencia y la sapiencia eran cruciales para lograr el éxito y el bienestar. Vivir con sabiduría ayudó a las personas a satisfacer sus intereses personales, además de promover el bienestar colectivo. Esta fue una revelación importante en tiempos donde la autoridad era lo único que daba forma a la vida de las personas.
La siguiente parte de la filosofía aristotélica se relacionaba con el mal estar personal. Él enseñaba que los malos hábitos personales, como la falta de autodisciplina, el abuso de sustancias y la obsesión con la comida, significaban malestar y desdicha. Para contraponer esto, Aristóteles defendió la temperancia, la moderación y la generosidad como formas de vida que promueven el bienestar. Conocer las necesidades del cuerpo, el espíritu y el corazón eran los principios fundamentales para alcanzar la genuina felicidad.
Finalmente, Aristóteles consideró que una vida de esperanza era parte esencial para el éxito. Esto significaba la preservación de la esperanza a pesar de los problemas que pudieran surgir. Esto significaba no permitir que la ansiedad, el miedo o la tristeza dominen las emociones. En cambio, las personas deberían construir sus vidas en torno a sentimientos de amor, alegría, gratitud y optimismo.
En conclusión, la mejor forma de vivir según Aristóteles está pensada en torno a la valoración de los demás, la búsqueda de la sapiencia, el desarrollo de buenos hábitos y la conservación de la esperanza. Esto se encuentra profundamente arraigado en la filosofía aristotélica y sigue siendo relevante hoy en día..