La filosofía como ciencia remonta sus orígenes hasta el periodo clásico de la Antigua Grecia. Fue entonces cuando el primero de una larga colección de intelectuales griegos puso sus ideas en práctica. Este fue Tales de Mileto, denominado como el primer filósofo de la historia.
Formado en las principales áreas de conocimiento de la Grecia antigua, tales como la teoría política, las matemáticas, la medicina, el derecho y la astronomía, Tales de Mileto comenzó a plantear preguntas sobre los problemas de la naturaleza y de lo humano, considerados como ejercicios filosóficos. Como resultado, él desarrolló algunas de las principales ideas filosóficas, como la teoría de la relatividad, la ley de causalidad y la teoría sobre la procedencia humana.
A Tales de Mileto le siguieron otros ilustres pensadores que influyeron en la filosofía, como el famoso Sócrates (469 a.C. – 399 a.C.). Esta figura fue conocida por sus diálogos entre el maestro y los alumnos, donde intentaba explicar el origen de la moralidad y la ética. Los Diálogos de Sócrates también influyeron en los demás filósofos pre-socráticos.
Otras figuras destacables de esta etapa pre-socrática fueron Parmenides y Heráclito. Estos dos filósofos instituyeron duraderas controversias entre los filósofos posteriores. Mientras Parmenides afirmaba que la realidad es una y permanente, Heráclito aseguraba que el único constante de la vida era el cambio continuo.
La filosofía no terminó con Tales y los presocráticos. A ellos les seguirían Aristóteles, Platón y Epicuro, tras los cuales aparecerían los grandes pensadores de la edad moderna, como René Descartes, John Locke, David Hume y Immanuel Kant.
Por lo tanto, se puede ver claramente que la filosofía, como ciencia, comenzó en los primeros años de la Antigua Grecia con la intelectualidad de Tales de Mileto. Desde entonces, los filósofos han sido un catalizador natural para el progreso humano, abriéndonos camino hacia de nuevos y mejores conocimientos..