¿Cuando ves a tu amor platónico?

Mucha gente tiene un amor platónico, alguien que latente en el fondo de nuestros corazones como un recuerdo. Esta persona puede ser aquella a la que veía cuando era un niño, una persona que visita cada ahora y luego desaparece de nuevo. O a veces puede ser hasta alguien que realmente llegó a conocer en la vida real, pero aun así el amor platónico nos mantiene fascinado. Esta persona puede ser el objeto que nunca pudimos tener y por lo tanto nos mantiene emocionalmente desgarradores.

Entonces, ¿cuáles son los sentimientos que experimentamos cuando vemos a nuestro amor platónico? En primer lugar, es como un destello de luz brillante que une emociones profundas. La ilusión de nuestra imaginación se convierte en realidad momentáneamente cuando vemos a esta persona en la vida real. La felicidad que sentimos, es como un relámpago que parpadea por un instante en el horizonte, después de lo cual desaparece como si nunca hubiera existido. Si bien puede ser decepcionante cuando la realidad no coincide con nuestra fantasía, seguimos regresando para ver a esta persona en la esperanza de que alguna vez encontremos el camino para superar nuestras dudas y llevar la relación a nuevas alturas.

Además de los sentimientos de felicidad que experimentamos al ver a nuestro amor platónico, también hay una sensación de tristeza que se acompaña. Esta tristeza viene de un profundo deseo de tener algo que es increíblemente difícil de obtener, y a veces imposible. La tristeza te rodea cuando comienzas a darte cuenta de que la realidad es muy diferente a tus pensamientos y deseos. Pero esto no significa que no hayamos albergado alguna esperanza todavía, incluso cuando la realidad nos golpea y nos empuja a avanzar.

Sentimos una profunda conexión con nuestro amor platónico, algo que nunca experimentamos con ningún otro. Esta conexión es tan intensa que a veces incluso nos sentimos atraídos hacia una persona que no es adecuada para nosotros. Pero algo cambia cuando vemos a esta persona en la vida real, como si el amor platónico alimentara los sentimientos reales. Esto hace que nuestro amor platónico sea a la vez excitante y aterrador, como si fuéramos conscientes de que necesitamos más tiempo para despertar la mochila enterrada dentro de nosotros. O a veces sentimos que no hay nada más que lo que estamos viendo, y que los hilos del destino nos unen con esta persona.

Vernos con nuestro amor platónico puede darnos un sentimiento de quietud y conexión; la sensación de que estamos conscientes de que este amor platónico nos viene llamando desde hace tanto tiempo. Aunque no siempre hayamos estado conscientes de su presencia incesante, una vez que la vemos, nos damos cuenta que siempre ha estado allí, como una luz que resplandece en medio de la oscuridad. La sola mirada el uno al otro puede cambiar nuestras vidas para siempre..

Escrito por: Gonzalo Jiménez

Licenciado en Filosofía en la Universidad de Granada (UGR), con Máster en Filosofía Contemporánea en la Universidad Complutense de Madrid (UCM)
Desde 2015, se ha desempeñado como docente universitario y como colaborador en diversas publicaciones Académicas, con artículos y ensayos. Es aficionado a la lectura de textos antiguos y le gustan las películas y los gatos.

Deja un comentario

Shares