¿Existe el destino o lo creamos nosotros con nuestros actos? Esta es una pregunta que ha desafiado a los filósofos y a las personas en general durante cientos de años. Si pensamos en el destino como un camino trazado que debemos seguir, entonces es posible que sea cierto que el destino existe, ya que hay ciertas catastróficas que de alguna manera nos llevan al destino final planeado. Sin embargo, para muchas personas, el destino comienza con los actos que tomamos. Estos actos forman la dirección y la posibilidad que eventualmente nos guían a un destino.
Si observamos nuestro mundo de cerca, es más probable que encontremos que nuestros actos realmente definen nuestro destino. De hecho, desde nuestro nacimiento, nuestra vida se ve afectada por los actos de aquellos que nos rodean. Nuestros padres pueden hacer decisiones que determinan qué clase de educación recibimos, y a quién nos relacionamos, entre muchas otras cosas. Esto crea una senda de eventos que puede influir en nuestro destino.
Lo mismo se aplica a nuestras decisiones individuales. Desde la manera en que nos comportamos, hasta el trabajo que elegimos, todos estos actos individuales forman una dirección a largo plazo y nos ayudan a dirigirnos hacia un destino particular. Esto no significa que el destino esté sellado, ya que aún hay muchas variables en la ecuación. Y debido a esto, nuestros actos tienen la capacidad de cambiar nuestro destino.
En última instancia, es difícil establecer si el destino o nuestros actos definen nuestro destino. De hecho, hay cierta verdad en ambos puntos de vista. Mientras que el destino puede existir de alguna manera, también existe la posibilidad de que nuestros actos moldeen nuestro destino. De cualquier manera, esta es una pregunta que probablemente siempre quedará abierta..