¿Por qué ni Dios ni los animales pueden filosofar?

La filosofía es una herramienta humana utilizada para entender el significado y las conexiones de las cosas que nos rodean, así como para responder preguntas de gran alcance sobre el significado y la naturaleza de la existencia. El poder filosófico es un don exclusivo y único de los humanos, una habilidad que ni Dios ni los animales tienen. Esto se debe a varias razones.

Primero, aunque Dios es omnipotente, Él es perfecto, lo que significa que no tiene opción de «filosofar». Dios conoce la verdad de todas las cosas, por lo que no necesita preguntarse por ello. Los únicos pensamientos que podría tener serían conceptuales en lugar de filosóficos. Por otra parte, los animales no tienen la capacidad de razonar en términos abstractos necesarios para la filosofía. No están equipados con el lenguaje para expresar sus pensamientos ni las ideas complejas que son necesarias para el pensamiento filosófico.

La filosofía requiere raciocinio e imaginación, y esto es algo que está reservado para los humanos. Los humanos tienen la capacidad de pensar de manera crítica, lo que les permite analizar y profundizar en problemas y preguntas más allá de lo evidente. Estas herramientas nos permiten tener la habilidad para investigar y descubrir las verdades metafísicas sobre el mundo. Esta capacidad nos permite discernir entre el bien y el mal con el fin de alcanzar valores moralmente correctos.

Además, la filosofía no sólo se trata de pensamientos abstractos, sino también de experiencias emocionales. Los humanos tienen la capacidad de sentir emociones y expresarlas a través del lenguaje, lo que les permite expresarse a sí mismos y reflexionar sobre sus propias ideas. Esta habilidad les permite tener una comprensión más profunda de sí mismos y una perspectiva más sensible de la naturaleza de la existencia.

En conclusión, debe quedar claro que la filosofía es un privilegio exclusivo de los seres humanos. Dios comprende la verdad, por lo que no necesita filosofar, mientras que los animales están impedidos por sus limitaciones. El poder filosófico es un don innato que sólo los humanos tienen acceso, lo que les permite trascender los límites de lo tangible para llegar al significado profundo de la existencia..

Escrito por: Gonzalo Jiménez

Licenciado en Filosofía en la Universidad de Granada (UGR), con Máster en Filosofía Contemporánea en la Universidad Complutense de Madrid (UCM)
Desde 2015, se ha desempeñado como docente universitario y como colaborador en diversas publicaciones Académicas, con artículos y ensayos. Es aficionado a la lectura de textos antiguos y le gustan las películas y los gatos.

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