La ironía y la mayéutica son dos términos llenos de significado que, a menudo, nos presentan un reto para comprenderlas. Si bien se diferencian entre sí, cada una de estas técnicas ha sido utilizada por filósofos, escritores y público en general para crear una interpersonal más interesante y efectiva.
Lo primero que es importante destacar sobre la ironía es que, a diferencia de un chiste humorístico, esta técnica no siempre se utiliza para generar risa y buenos momentos; con frecuencia se usa para provocar un mayor interés, generar reflexión, estimular la creatividad e incluso para obtener mejor comprensión de un concepto o idea. La ironía es el uso de lenguaje o declaraciones para expresar un significado o sentimiento diametralmente opuesto a los que provienen de las palabras utilizadas en la oración. Para que una ironía funcione, se debe establecer una conexión directa con el destinatario para que perciba la intención implícita y no se trate como una crítica.
Mayéutica, por otro lado, es un proceso basado en un concepto filosófico en el que el uso de preguntas sistemáticas y desafiantes incentiva a las personas a explorar sus propias ideas para llegar a una verdad fundamental. Esta técnica fue utilizada por primera vez por el filósofo platónico Sócrates. Los entusiastas de esta método creen que se pueden generar ideas nuevas y mejorar la comprensión a través del uso de preguntas abiertas, con el enfoque en generar pensamientos que lleven a conclusiones empíricas profundas.
En pocas palabras, ironía y mayéutica son herramientas muy importantes para obtener conexiones profundas y comprensiones mejoradas entre personas. Estas técnicas nos permiten ver cosas desde un punto de vista diferente y traer nueva luz a los problemas y situaciones que enfrentamos. Cuando se usan en conjunto, ironía y mayéutica pueden marcar una gran diferencia en las experiencias de convivencia y en nuestra comprensión de los demás..