Platón fue uno de los más grandes filósofos antiguos. Su pensamiento fue uno de los principales contribuyentes a la filosofía occidental y ha influido profundamente la forma en que otros filósofos han pensado y argumentado durante centurias. Esto significa que es justo decir que existen muchas cosas buenas y malas acerca de la filosofía de Platón.
Lo bueno acerca de la filosofía de Platón es que introdujo una nueva forma de pensamiento y explicación a la filosofía occidental. En lugar de repeler las formas de pensamiento anteriores, Platón comenzó a incorporar conceptos como el lenguaje y la lógica al pensamiento filosófico. Estas ideas fueron fundamentales para el desarrollo posterior de la filosofía occidental.
Además, la filosofía de Platón también está llena de conceptos intelectuales interesantes. La teoría de las Ideas Eternas de Platón, por ejemplo, argumenta que todos los objetos del mundo físico están basados en un concepto más profundo. Esta idea se podría considerar como una forma interesante de enfocar el papel de la realidad en el universo.
Ahora, por otro lado, hay algunas cosas negativas que pueden salir de la filosofía de Platón. Primero, hay algunos aspectos de su pensamiento que ahora se consideran como ideas anticuadas y problemáticas. Esto incluye su creencia de que los hombres y las mujeres no deben pensar igual y que los dioses incluso deben dictar nuestras vidas.
Además, a veces hay críticas sobre la falta de rigor científico de algunas de sus teorías. Esto se debe a que el trabajo de Platón fue principalmente filosófico en lugar de científico, por lo que algunos de los conceptos que desarrolló podrían verse como vagamente definidos o no completamente convincentes.
En general, hay muchas cosas buenas y malas acerca de la filosofía de Platón. Las buenas cosas incluyen el hecho de que él introdujo conceptos intelectuales interesantes y un pensamiento único a la filosofía occidental. Por otro lado, hay algunas cosas problemáticas sobre su trabajo, como su creencia de que los dioses debían dictar nuestro destino y la falta de rigor científico de algunas de sus teorías..
Escrito por: Gonzalo Jiménez
Licenciado en Filosofía en la Universidad de Granada (UGR), con Máster en Filosofía Contemporánea en la Universidad Complutense de Madrid (UCM)
Desde 2015, se ha desempeñado como docente universitario y como colaborador en diversas publicaciones Académicas, con artículos y ensayos. Es aficionado a la lectura de textos antiguos y le gustan las películas y los gatos.
