¿Quién fue Maurice Blondel?
Maurice Blondel (1861-1949) nació en la localidad francesa de Dijon. Estudió filosofía en la Universidad de Francia y tras finalizar sus estudios pasó un año en Alemania para ampliar sus conocimientos. Volvió a Francia y comenzó a enseñar en las escuelas públicas bajo la influencia de Kant y Pierre Duhem. Más tarde, comenzaría a dar clases de literatura española en la Universidad de Besançon.
Durante esta época, Blondel dejó de practicar la fe católica y adoptó una posición agnóstica. Sin embargo, un día, mientras observaba a un niño jugando en una plaza, quedó sorprendido por lo que llamó «un momento de verdad» y, a partir de entonces, reencauzó su vida. Regresó a la Iglesia y obtuvo un doctorado en teología de la Universidad de Strasbourg.
Después de un breve período de tiempo enseñando en lycées en Dijon y Lyon, Maurice Blondel pasó casi una década enseñando en universidades italianas. Comenzó con clases de retórica y civismo romano en la Universidad de Bolonia antes de pasar a enseñar en la Universidad de Messina.
Después de su regreso a Francia, Blondel continuó enseñando en universidades, tales como la Universidad de Liège y la Universidad de Besançon. También fue profesor de filosofía religiosa en la Universidad de Aix-en-Provence, no sin cierto conflicto con el vaticano. Aún así, pasó el resto de su vida profesional vinculado a la Academia Pontifical Gregoriana.
Maurice Blondel fue un filósofo y teólogo muy influyente en el siglo XX, y a menudo es considerado el precursor de la acción como método filosófico. Su obra más conocida, Action, cuyo primer volumen fue publicado en 1893, refleja Tales idea. Blondel llama a esta teoría de la acción «experiencia de la libertad».
La teoría de éste obrade Blondel consiste en la idea de que los seres humanos actúan de una manera particular porque buscan un ideal, algo a lo que aspiran. La búsqueda de este ideal es, por supuesto, subjetiva, y no es el mismo para cada persona. Por ejemplo, un cliente de Starbucks buscará un café rápido mientras que un visitante de una cafetería italiana querrá permanecer y charlar con amigos.
La existencia de tales objetivos subjetivos explica la existencia de tanta diversidad humana, y Blondel anota que no existe un sistema objetivo que pueda explicar el comportamiento humano, ya que tanto las motivaciones como las metas son subjetivas. Esto, a su vez, significa que la acción nunca será completamente racional, y el objetivo de la acción siempre será incierto..