El Postmaterialismo

¿Qué es el Postmaterialismo?

Postmaterialismo, orientación de valores que prima la autoexpresión y la calidad de vida sobre la seguridad económica y física. El término postmaterialismo fue acuñado por primera vez por el científico social estadounidense Ronald Inglehart en The Silent Revolution: Changing Values and Political Styles Among Western Publics (1977).

Hasta la década de 1970, era casi universal que los individuos dieran prioridad a los llamados valores materialistas, como el crecimiento económico y el mantenimiento del orden; en cambio, los postmaterialistas dan prioridad absoluta a objetivos como la protección del medio ambiente, la libertad de expresión y la igualdad de género. El cambio, sobre todo entre los ciudadanos que viven en países occidentales, refleja el paso de un entorno en el que se era consciente de que la supervivencia era precaria a un mundo posterior a la Segunda Guerra Mundial en el que la mayoría sentía que la supervivencia podía darse por sentada. Las cohortes de edad nacidas después de la Segunda Guerra Mundial en las sociedades industriales avanzadas pasaron sus años de formación bajo niveles de prosperidad sin precedentes en la historia de la humanidad, y el Estado del bienestar reforzó la sensación de que la supervivencia estaba asegurada, produciendo un cambio de valores intergeneracional que ha transformado gradualmente las normas políticas y culturales de estas sociedades. Las encuestas recogidas en Estados Unidos, Europa occidental y Japón desde la década de 1970 han demostrado que el cambio intergeneracional ha convertido en centrales nuevas cuestiones políticas y ha dado impulso a nuevos movimientos políticos.

Esta teoría del cambio intergeneracional de valores tiene dos hipótesis clave: (1) que las prioridades de un individuo reflejan el entorno socioeconómico, y que los individuos otorgan el mayor valor subjetivo a aquellas cosas que son relativamente escasas, y (2) que la relación entre el entorno socioeconómico y las prioridades de valores implica un desfase temporal sustancial porque los valores básicos de una persona reflejan las condiciones que prevalecían durante los años de preadultez.

Por consiguiente, tras un periodo de fuerte aumento de la seguridad económica y física, cabría esperar encontrar diferencias sustanciales entre las prioridades de valores de los grupos de mayor y menor edad, ya que habrían sido moldeadas por experiencias diferentes en sus años de formación. Los investigadores han descubierto que las cohortes de edad más recientes tienden a hacer hincapié en los objetivos postmaterialistas en mucha mayor medida que las cohortes de más edad, lo que parece reflejar un cambio generacional más que simples efectos del envejecimiento. A principios de la década de 1970, los materialistas tenían una preponderancia numérica abrumadora sobre los postmaterialistas en los países occidentales, superándoles en número casi cuatro a uno. Sin embargo, a principios del siglo XXI, materialistas y postmaterialistas eran ya igual de numerosos en muchos países occidentales. La proporción varía considerablemente según el nivel de seguridad existencial de cada país: los países empobrecidos y asolados por conflictos tienen una preponderancia de materialistas y los prósperos y seguros una preponderancia de postmaterialistas. Por ejemplo, a principios del siglo XXI, los materialistas superaban en número a los postmaterialistas en Pakistán en más de 50 a 1 y en Rusia en casi 30 a 1. Sin embargo, en países prósperos y estables como Estados Unidos y Suecia, los postmaterialistas superaban a los materialistas en 2 a 1 y 5 a 1, respectivamente.

El postmaterialismo en sí es sólo un aspecto de un proceso de cambio cultural aún más amplio que ha reconfigurado la perspectiva política, las orientaciones religiosas, los roles de género y las costumbres sexuales de la sociedad industrial avanzada. Las orientaciones posmodernas dan menos importancia a las normas culturales tradicionales, especialmente a las que limitan la autoexpresión individual. Uno de los principales componentes del cambio posmoderno es el alejamiento de la autoridad religiosa y burocrática, con lo que disminuye el énfasis en todo tipo de autoridad. La deferencia a la autoridad tiene un alto coste, ya que los individuos deben subordinar sus objetivos personales a los de una entidad más amplia; sin embargo, en condiciones de inseguridad, la gente está más que dispuesta a hacerlo. Bajo amenaza de invasión, desorden interno o colapso económico, la gente busca ansiosamente figuras de autoridad fuertes que puedan protegerles.

Por el contrario, las condiciones de prosperidad y seguridad favorecen la tolerancia de la diversidad en general y de la democracia en particular. Esto ayuda a explicar una constatación establecida desde hace tiempo: las sociedades ricas tienen muchas más probabilidades de ser democráticas que las pobres. Un factor que contribuye a ello es que la reacción autoritaria es más fuerte en condiciones de inseguridad.

 

Escrito por: Gonzalo Jiménez

Licenciado en Filosofía en la Universidad de Granada (UGR), con Máster en Filosofía Contemporánea en la Universidad Complutense de Madrid (UCM)
Desde 2015, se ha desempeñado como docente universitario y como colaborador en diversas publicaciones Académicas, con artículos y ensayos. Es aficionado a la lectura de textos antiguos y le gustan las películas y los gatos.

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