El Fisicalismo

¿Qué es el Fisicalismo?

El fisicalismo es la postura filosófica según la cual todo lo que existe no tiene más extensión que sus propiedades físicas, y la única sustancia existente es la física. Por lo tanto, sostiene que la mente es una construcción puramente física, y que acabará siendo explicada en su totalidad por la teoría física, a medida que ésta siga evolucionando. Con los enormes avances de la ciencia en el siglo XX (especialmente en la teoría atómica, la evolución, la neurociencia y la tecnología informática), el fisicalismo de varios tipos (véase más adelante) se ha convertido en la doctrina dominante en el argumento Mente/Cuerpo (véase la sección sobre Filosofía de la Mente).

El término «fisicalismo» fue acuñado por primera vez por el filósofo austriaco Otto Neurath (1882 – 1945) a principios del siglo XX. En cierto modo, el término «fisicalismo» es preferible al concepto estrechamente relacionado de Materialismo, porque ha evolucionado con las ciencias físicas para incorporar nociones de fisicalidad mucho más sofisticadas que la simple materia, por ejemplo las relaciones onda/partícula y las fuerzas no materiales producidas por las partículas. El fisicalismo también puede considerarse una variedad del naturalismo (la creencia de que la naturaleza es todo lo que existe y que, por lo tanto, todo lo sobrenatural no existe).

Un concepto importante dentro del fisicalismo es el de la superveniencia, que es la idea de que los niveles superiores de la existencia dependen de los niveles inferiores, de manera que sólo puede haber un cambio en el nivel superior si también hay un cambio en el nivel inferior (se dice que el nivel superior es superveniente del nivel inferior).

Las objeciones al fisicalismo señalan la aparente contradicción de la existencia de qualia (propiedades de las experiencias sensoriales, o «la forma en que nos parecen las cosas») en un mundo totalmente físico (también conocido como el argumento del conocimiento). El dilema de Hempel (planteado por el filósofo alemán Carl Hempel) ataca la forma en que se define el fisicalismo: si, por ejemplo, se define el fisicalismo como la creencia de que el universo está compuesto por todo lo que conoce la física, se puede señalar que la física no puede describir el funcionamiento de la mente; si se define el fisicalismo como todo lo que puede ser descrito por la física en el futuro, entonces no se está diciendo nada. En contra de esto, se puede argumentar que muchos ejemplos de conceptos previamente dualistas están siendo erosionados por el continuo progreso científico, y que la base física completa de la mente se conocerá casi con seguridad en algún momento en el futuro.

Tipos de fisicalismo

Hay dos categorías principales de fisicalismo, el reductivo y el no reductivo:

  • El fisicalismo reductivo, que afirma que todos los estados y propiedades mentales pueden ser, o serán eventualmente, explicados por las cuentas científicas de los procesos y estados fisiológicos, ha sido la forma más popular durante el siglo XX.

Existen cuatro tipos principales:

    • El conductismo, que sostiene que los estados mentales son sólo descripciones de conductas observables y que dichas conductas pueden describirse científicamente sin recurrir a eventos fisiológicos internos ni a construcciones hipotéticas como la mente.
    • La teoría de la identidad de tipos (también conocida como fisicalismo de tipos), que sostiene que varios tipos de estados mentales son idénticos a ciertos tipos de estados físicos del cerebro.
    • La teoría de la identidad de fichas, que sostiene que determinados casos de estados mentales son idénticos a determinados casos de estados físicos del cerebro.
    • El funcionalismo, que sostiene que los estados mentales (creencias, deseos, dolor, etc.) están constituidos únicamente por su papel funcional (las relaciones causales de los estados mentales con otros estados mentales, entradas sensoriales y salidas conductuales), y pueden caracterizarse en términos de propiedades funcionales no mentales. Además, afirma que los estados mentales son realizables de forma múltiple, lo que significa que pueden explicarse suficientemente sin tener en cuenta el medio físico subyacente (por ejemplo, el cerebro, las neuronas, etc.), de modo que pueden realizarse de múltiples maneras, incluso, al menos teóricamente, dentro de sistemas no biológicos como los ordenadores.
  • El fisicalismo no reductivo, que sostiene que, aunque el cerebro es todo lo que hay en la mente, los predicados y el vocabulario utilizados en las descripciones y explicaciones mentales no pueden reducirse al lenguaje y las explicaciones de nivel inferior de la ciencia física. Así, los estados mentales supervienen (dependen) de los estados físicos, y no puede haber ningún cambio en lo mental sin algún cambio en lo físico, pero no son reducibles a ellos.

Hay tres tipos principales:

    • El monismo anómalo, que afirma que los sucesos mentales son idénticos a los físicos, pero que lo mental es anómalo, es decir, que estos sucesos mentales son perfectamente reales, e idénticos a (alguna) materia física, pero no están regulados por leyes físicas estrictas. Por tanto, todo lo mental es físico, pero no todo lo físico es necesariamente mental. Esta doctrina fue propuesta por primera vez por Donald Davidson en los años 70.
    • El emergentismo, que implica una visión por capas de la naturaleza, con las capas dispuestas en términos de complejidad creciente, cada una de las cuales corresponde a su propia ciencia especial.
    • Eliminativismo (o Materialismo Eliminativo), que sostiene que la comprensión de la mente por parte del sentido común («psicología popular») es irremediablemente defectuosa, y acabará siendo sustituida (eliminada) por una alternativa, que suele ser la neurociencia.

Escrito por: Gonzalo Jiménez

Licenciado en Filosofía en la Universidad de Granada (UGR), con Máster en Filosofía Contemporánea en la Universidad Complutense de Madrid (UCM)
Desde 2015, se ha desempeñado como docente universitario y como colaborador en diversas publicaciones Académicas, con artículos y ensayos. Es aficionado a la lectura de textos antiguos y le gustan las películas y los gatos.

Shares