El Epicureísmo

¿Qué es el epicureísmo?

Epicureísmo, en sentido estricto, la filosofía enseñada por Epicuro (341-270 a.C.). En un sentido amplio, es un sistema de ética que abarca toda concepción o forma de vida que se pueda remontar a los principios de su filosofía. En la polémica antigua, como a menudo desde entonces, el término se empleaba con un significado aún más genérico (y claramente erróneo) como equivalente al hedonismo, la doctrina de que el placer o la felicidad es el bien principal. En el lenguaje popular, el epicureísmo significa, por tanto, la devoción al placer, a la comodidad y a la vida elevada, con una cierta delicadeza de estilo.

La naturaleza del epicureísmo

Varios conceptos fundamentales caracterizan la filosofía de Epicuro. En física, son el atomismo, una concepción mecánica de la causalidad, limitada, sin embargo, por la idea de un movimiento espontáneo, o «giro», de los átomos, que interrumpe el efecto necesario de una causa; la infinidad del universo y el equilibrio de todas las fuerzas que encierran circularmente sus fenómenos; y la existencia de dioses concebidos como naturalezas beatificadas e inmortales completamente ajenas a los acontecimientos del mundo. En la ética, los conceptos básicos son la identificación del bien con el placer y del bien supremo y fin último con la ausencia de dolor del cuerpo y del alma, límite más allá del cual el placer no crece sino que cambia; la reducción de toda relación humana al principio de utilidad, que encuentra su máxima expresión en la amistad, en la que al mismo tiempo se supera; y, de acuerdo con este fin, la limitación de todo deseo y la práctica de las virtudes, de las que el placer es inseparable, y una vida retirada y tranquila.

En principio, la ética del placer de Epicuro es exactamente lo contrario de la ética del deber de los estoicos. Las consecuencias, sin embargo, son las mismas: al final, el epicúreo se ve obligado a vivir con la misma templanza y justicia que el estoico. Sin embargo, es muy importante un punto de divergencia: los muros de la ciudad del estoico son los del mundo, y su ley es la de la razón; los límites de la ciudad del epicúreo son los de un jardín, y la ley es la de la amistad. Aunque este jardín puede alcanzar también los límites de la tierra, su centro es siempre un individuo.

Historia del epicureísmo

Los predecesores de Epicuro fueron, en física, Leucipo y Demócrito y, en ética, Antifón Sofista, Aristipo de Cirene y Eudoxo de Cnido, geómetra y astrónomo. Epicuro se diferenció de todos ellos en su espíritu sistemático y en la unidad que intentó dar a cada parte de la filosofía. En este sentido, se vio muy influenciado por la filosofía y las enseñanzas de Aristóteles, al recoger lo esencial de sus doctrinas y perseguir los problemas que éste planteaba.

Las enseñanzas de Epicuro

En el año 306 a.C., Epicuro estableció su escuela en Atenas, en su jardín, que pasó a llamarse El Jardín.

Sus obras

De acuerdo con el objetivo que asignaba a la filosofía, la enseñanza de Epicuro tenía un carácter dogmático, en el fondo si no en la forma. Llamó a sus tratados dialogismoi, o «conversaciones». Como la utilidad de las doctrinas residía en su aplicación, las resumía en stoicheia, o «proposiciones elementales», para ser memorizadas. En este sentido, Epicuro fue el inventor del método catequético. El número de obras producidas por Epicuro y sus discípulos revela una impresionante actividad teórica. Pero no menos importante fue la acción práctica de vivir según las virtudes enseñadas por él y de cumplir con las obligaciones de ayuda recíproca en nombre de la amistad. En estos esfuerzos, el propio Epicuro prestó una ayuda continua, ya que, incluso cuando era viejo y estaba enfermo, se ocupaba de escribir cartas de advertencia, orientación y consuelo, anunciando en todas partes su evangelio de la paz y, bajo el nombre de placer, invitando al amor.

Escrito por: Gonzalo Jiménez

Licenciado en Filosofía en la Universidad de Granada (UGR), con Máster en Filosofía Contemporánea en la Universidad Complutense de Madrid (UCM)
Desde 2015, se ha desempeñado como docente universitario y como colaborador en diversas publicaciones Académicas, con artículos y ensayos. Es aficionado a la lectura de textos antiguos y le gustan las películas y los gatos.

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