Leyes – Diálogo de Platón

Resumen del Diálogo de Platón Leyes

Las Leyes es la última obra de Platón, la más larga y, quizás, la más odiada. El libro es una conversación sobre filosofía política entre tres ancianos: un ateniense sin nombre, un espartano llamado Megilio y un cretense llamado Clinias. Estos hombres trabajan para crear una constitución para Magnesia, una nueva colonia cretense. El gobierno de Magnesia es una mezcla de principios democráticos y autoritarios cuyo objetivo es que todos sus ciudadanos sean felices y virtuosos.

Al igual que otras obras de Platón sobre teoría política, como el Estadista y la República, las Leyes no tratan simplemente del pensamiento político, sino que incluyen extensas discusiones sobre psicología, ética, teología, epistemología y metafísica. Sin embargo, a diferencia de estas otras obras, las Leyes combinan la filosofía política con la legislación aplicada, entrando en gran detalle en lo que respecta a las leyes y procedimientos que deben ser en Magnesia. Los ejemplos incluyen conversaciones sobre si se debe permitir la embriaguez en la ciudad, cómo deben cazar los ciudadanos y cómo castigar el suicidio. Sin embargo, los detalles legales, la prosa torpe y la falta de organización han provocado la condena de los estudiosos antiguos y modernos. Muchos han atribuido esta torpeza a la avanzada edad de Platón en el momento de escribirla; sin embargo, los lectores deben tener en cuenta que la obra nunca se completó. Aunque estas críticas tienen cierto mérito, las ideas que se exponen en las Leyes merecen nuestra consideración, y el diálogo tiene una calidad literaria propia.

En el siglo XXI, el estudio de las Leyes ha despertado un creciente interés entre los filósofos. Muchas de las ideas filosóficas de las Leyes han resistido la prueba del tiempo, como el principio de que el poder absoluto corrompe absolutamente y que ninguna persona está exenta del imperio de la ley. Otros desarrollos significativos de las Leyes son el énfasis en un régimen mixto, un sistema penal variado, su política sobre las mujeres en el ejército y su intento de teología racional. Sin embargo, Platón consideró que su idea más original era que la ley debía combinar la persuasión con la coacción. Para persuadir a los ciudadanos de que sigan el código legal, cada ley tiene un preludio que ofrece razones por las que interesa obedecer. La compulsión viene en forma de un castigo ligado a la ley si la persuasión no logra motivar su cumplimiento.

Además, en las Leyes Platón defiende varias posiciones que parecen estar en tensión con las ideas expresadas en sus otras obras. Quizás la mayor diferencia es que la ciudad ideal de las Leyes es mucho más democrática que la ciudad ideal de la República. Otras diferencias notables son que parece aceptar la posibilidad de la debilidad de la voluntad (akrasia) -una posición rechazada en obras anteriores- y conceder mucha más autoridad a la religión de lo que esperaría cualquier lector del Eutifrón. Al explorar estas aparentes diferencias, los estudiantes de Platón y de la historia de la filosofía obtendrán una comprensión más matizada y compleja de las ideas filosóficas de Platón.

 

Escrito por: Gonzalo Jiménez

Licenciado en Filosofía en la Universidad de Granada (UGR), con Máster en Filosofía Contemporánea en la Universidad Complutense de Madrid (UCM)
Desde 2015, se ha desempeñado como docente universitario y como colaborador en diversas publicaciones Académicas, con artículos y ensayos. Es aficionado a la lectura de textos antiguos y le gustan las películas y los gatos.

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