Lisis – Diálogo Platon

Resumen del diálogo de Platón Lisis

En su camino de la Academia al Liceo, Sócrates se encuentra con dos hombres, Hipotales y Ctessipus. Le proponen que se reúna con ellos en la recién levantada Palestra para conversar. La conversación gira en torno al enamoramiento de Hipotales por el niño Lisis, y Ctessipus cuenta cómo Hipotales no para de cantar las alabanzas del muchacho, hasta el punto de ser odioso. Sócrates le pregunta a Hipotales sobre su método para cortejar a Lisis, y le critica por inflar al chico con demasiados elogios, lo que hace que sea más difícil de atrapar. Sócrates se ofrece a entrar y conocer al chico él mismo, para mostrarle a Hipotales cómo cortejarlo.

Dentro, Sócrates, Lisis y el amigo de Lisis, Menexeno, se sientan a hablar. Sócrates convence a Lisis de que actualmente es un «esclavo» de sus padres, y que la única manera de salir de esta situación es mediante un mayor conocimiento y comprensión. Entonces comienza un largo diálogo sobre la naturaleza de la amistad, en el que Sócrates propone ideas y Lisis y Menexeno se alternan en breves expresiones de acuerdo.

En el diálogo se consideran y rechazan varias causas de la amistad y definiciones del «amigo». En primer lugar, Sócrates se plantea si el amigo es el amante o el amado, y rechaza ambos porque siempre es posible que el amado odie al amante. La segunda serie de proposiciones argumenta que lo semejante es amigo de lo semejante, y luego que lo diferente es amigo de lo diferente. La primera se rechaza porque lo semejante no puede desear ni necesitar nada de lo semejante, y la segunda porque parece una idea «monstruosa» que lo bueno sea amigo de lo malo.

Una tercera hipótesis sugiere que el bien es amigo de lo que no es ni bueno ni malo, y que este elemento neutro está motivado para hacerse amigo del bien debido a la presencia del mal circundante. Esta respuesta parece buena, pero pronto se rechaza: la causa última de la amistad nunca puede encontrarse en la amistad «por causa de» otra cosa, por lo que el mal no puede ser la causa motivadora de la amistad.

La tesis final es simplemente que el deseo, que no es en sí mismo ni bueno ni malo, causa la amistad, y además que el deseo se da entre dos cosas cuando son «congeniales». Pero la congenialidad no evita el problema de que lo semejante no tiene ninguna razón para hacerse amigo de lo semejante, por lo que también se rechaza esta tesis final. El grupo de debatientes se disuelve cuando llegan los tutores de los chicos para llevárselos.

Escrito por: Gonzalo Jiménez

Licenciado en Filosofía en la Universidad de Granada (UGR), con Máster en Filosofía Contemporánea en la Universidad Complutense de Madrid (UCM)
Desde 2015, se ha desempeñado como docente universitario y como colaborador en diversas publicaciones Académicas, con artículos y ensayos. Es aficionado a la lectura de textos antiguos y le gustan las películas y los gatos.

Shares