Eutifrón – Diáogo Platón

Resumen del diálogo de Platón Eutifrón

Sócrates se encuentra con Eutifrón fuera de la corte de Atenas. Sócrates ha sido llamado a juicio por Meleto, acusado de impiedad, y Eutifrón ha venido a procesar a su propio padre por haber matado involuntariamente a un jornalero asesino. Sócrates halaga a Eutifrón, sugiriendo que debe ser un gran experto en asuntos religiosos si está dispuesto a procesar a su propio padre por una acusación tan cuestionable. Eutifrón afirma que, en efecto, sabe todo lo que hay que saber sobre lo que es sagrado. Sócrates insta a Eutifrón a que le instruya y le enseñe qué es la santidad, ya que la enseñanza de Eutifrón podría ayudar a Sócrates en su juicio contra Meleto.

En primer lugar, Eutifrón sugiere que la santidad es perseguir a los infractores religiosos. Sócrates encuentra esta definición insatisfactoria, ya que hay muchas acciones santas aparte de la de perseguir a los infractores. En su lugar, le pide a Eutifrón que le dé una definición general que identifique esa característica que tienen en común todas las acciones santas. Eutifrón sugiere que lo que es santo es lo que conviene a los dioses, a lo que Sócrates responde que los dioses se pelean a menudo, por lo que lo que conviene a uno puede no convenir a todos.

El intento más importante de Eutifrón para definir la santidad viene con su sugerencia de que lo que es santo es lo que aprueban todos los dioses. Sócrates establece un argumento bastante elaborado para demostrar que ambas cosas no pueden ser equivalentes. Lo que es santo es aprobado por los dioses porque es santo, así que lo que es santo determina lo que es aprobado por los dioses. Y lo que es aprobado por los dioses determina a su vez lo que es aprobado por los dioses. De este razonamiento se deduce que lo santo no puede ser lo mismo que lo aprobado por los dioses, ya que uno de los dos determina lo aprobado por los dioses y el otro está determinado por lo aprobado por los dioses.

A continuación, Eutifrón sugiere que la santidad es un tipo de justicia, concretamente la que se ocupa de cuidar a los dioses. Sócrates se pregunta qué quiere decir Eutifrón con «velar por los dioses». Seguramente, los dioses son omnipotentes y no necesitan que los cuidemos o ayudemos de ninguna manera. La sugerencia final de Eutifrón es que la santidad es una especie de comercio con los dioses, en el que les damos sacrificios y ellos conceden nuestras oraciones. Nuestros sacrificios no les ayudan en nada, sino que simplemente les gratifican. Pero, señala Sócrates, decir que la santidad es gratificar a los dioses es similar a decir que la santidad es lo que aprueban los dioses, lo que nos devuelve a nuestro anterior enigma. En lugar de intentar encontrar una definición mejor, Eutifrón se marcha enfadado, frustrado por el cuestionamiento de Sócrates.

Personajes del diálogo de Eutifrón

Sócrates

El protagonista del Eutifrón (así como de todos los demás diálogos de Platón). Sócrates parece ser un hombre muy sencillo, que no tiene muchas posesiones materiales y que habla de forma llana y conversacional. Sin embargo, esta aparente sencillez forma parte de la ironía característica del método de Sócrates. Profesando su propia ignorancia, entablaba una conversación con alguien que decía ser un experto, normalmente en cuestiones éticas. Haciendo preguntas sencillas, Sócrates revelaba poco a poco que su interlocutor estaba en realidad muy confundido y no sabía nada claro sobre los asuntos en los que decía ser experto. La búsqueda de la sabiduría y la instrucción de los demás a través del diálogo y la indagación eran consideradas por Sócrates como los objetivos más elevados de la vida: uno de sus dichos más famosos es que «la vida no examinada no vale la pena ser vivida». Podría decirse que el propio Sócrates nunca propuso teorías propias, y ciertamente muchas de las doctrinas que aparecen en los diálogos posteriores son de invención de Platón. En los primeros diálogos, como el Eutifrón, Platón nos presenta a un Sócrates menos informado por la filosofía platónica; es, más bien, un papelón para sus interlocutores que pretenden tener un conocimiento positivo.

Eutifrón

El interlocutor del diálogo y su homónimo. Eutifrón es un hombre ortodoxo y dogmáticamente religioso, que cree saber todo lo que hay que saber sobre los asuntos sagrados. Suele hacer profecías a los demás, y ha llevado a su padre a juicio por una dudosa acusación de asesinato. No sabemos si Eutifrón es un personaje histórico o si es una invención ficticia de Platón.

Meleto

El principal responsable de presentar cargos contra Sócrates, llevarlo a juicio y ejecutarlo. Poco se sabe de Meleto y, según todos los indicios, parece haber sido una figura bastante insignificante. El retrato que hace Platón de él, tanto en la Apología como en el Eutifrón, dista mucho de ser simpático; el interrogatorio que le hace Sócrates en la Apología lo pone en evidencia. En realidad, no aparece en el Eutifrón, pero se le menciona en varias ocasiones.

Escrito por: Gonzalo Jiménez

Licenciado en Filosofía en la Universidad de Granada (UGR), con Máster en Filosofía Contemporánea en la Universidad Complutense de Madrid (UCM)
Desde 2015, se ha desempeñado como docente universitario y como colaborador en diversas publicaciones Académicas, con artículos y ensayos. Es aficionado a la lectura de textos antiguos y le gustan las películas y los gatos.

Shares