Gorgias – Diálogo de Platón

Resumen del Diálogo de Platón Gorgias

El Platonismo filosofia foto

El Gorgias es un estudio detallado de la virtud, basado en una investigación sobre la naturaleza de la retórica, el arte, el poder, la templanza, la justicia y el bien frente al mal. Como tal, el diálogo mantiene un significado independiente y se relaciona estrechamente con el proyecto filosófico general de Platón de definir la existencia humana noble y adecuada. Se presenta en forma de una conversación, en su mayor parte amistosa (aunque a veces mordaz), entre Sócrates y cuatro conciudadanos. Queréfone, un aparente contemporáneo de Sócrates, se encuentra hablando con el maestro de Platón al principio del diálogo, pero apenas dice nada más a lo largo de la conversación.

Calicles, otro de los compañeros de Sócrates (y aquí su más duro insultador), hace de anfitrión de Gorgias así como de oponente de Sócrates cerca del final de la discusión. Gorgias es el famoso orador (que da nombre a este texto), cuyo interrogatorio sirve de catalizador para los debates en torno a los que se centra Gorgias. Y Polus es el alumno inexperto y exagerado de Gorgias. Hay que recordar que, aunque el diálogo representa una interacción ficticia, Sócrates fue efectivamente el maestro de Platón. En consecuencia, las palabras de este personaje deben tomarse, en su mayor parte, como indicativas del marco y la presentación socráticos reales, además de servir como expresión de las propias posiciones de Platón.

Aunque el propio Platón no dividió su escrito en secciones, el texto, sin embargo, se divide con bastante facilidad en temas generales. La primera sección imprecisa (que termina en el 466) encuentra a Sócrates y a su amigo Queréfano discutiendo la condición de Gorgias como inminente retórico. Sócrates desea interrogar a Gorgias sobre el alcance y la naturaleza de la retórica, por lo que ambos se dirigen a la casa de Calicles, donde se encuentra el gran sofista. La intensa discusión que se produce lleva a la consideración más general de las artes verdaderas frente a las falsas (adulación/rutina), una distinción basada en que lo bueno existe como diferente de lo agradable. Aunque este es el primer indicio de la diferencia entre ambas nociones, el punto no se desarrolla hasta mucho más adelante en el diálogo.

La segunda parte (466-480) profundiza en la verdadera esencia del poder, con la conclusión final de que existe tanto en la falta general de necesidad como en la capacidad de uno para realizar sólo aquellas acciones que desea de forma independiente. En este sentido, por ejemplo, un líder tiránico no tiene poder real, porque debe realizar acciones (como las ejecuciones) ya que son buenas para el Estado, no porque el gobernante las desee de forma independiente. Esta particular indagación lleva rápidamente a definir cuál es el peor mal que una persona puede cometer, con la eventual determinación de que ningún mal supera el de infligir un mal y escapar del castigo. Aquí se encuentra la primera sugerencia del texto de una cuestión general sobre el bien y el mal, una cuestión que eventualmente resulta en un mapa de la virtud.

La siguiente porción general (480-488) contiene una divergencia del resto del tono más típicamente investigativo del Gorgias. Calicles dedica bastante tiempo a reprender a Sócrates y al hecho de que un hombre tan maduro siga inmerso en la búsqueda de la filosofía. Aparentemente, Calicles ve esta práctica continuada como una vergüenza en los adultos. Aquí, más que en ninguna otra parte de la obra, la búsqueda de la verdad por parte de Sócrates se ve directamente amenazada por las creencias predominantes de sus contemporáneos.

La cuarta sección (488-507) sigue la investigación de los participantes sobre la naturaleza y el valor de la templanza y la justicia. Dentro de esta discusión, Sócrates aporta una prueba lógica algo abstracta de la distinción entre lo bueno y lo agradable, resolviendo así una cuestión iniciada en la primera sección principal del diálogo. Para Platón y su maestro, el caos de la sociedad griega contemporánea (especialmente en Atenas) se basaba en que la mayoría no reconocía esta diferencia fundamental. Este descuido generalizado lleva a su vez a confundir la adulación con el arte, la persuasión con la verdad y otras ilusiones semejantes. La conversación pasa a concluir el tema con una fundamentación de la existencia adecuada en la templanza y la justicia.

Lo que queda del texto (hasta 527e) comprende un intento de Sócrates de mostrar cómo la virtud surge de un equilibrio adecuado de las artes definidas anteriormente en el diálogo, así como un intento de mostrar cómo la virtud se manifiesta en una vida justa. Sócrates describe la virtud del cuerpo (a través de la gimnasia y la medicina), así como la del alma (a través de la templanza y la justicia). Curiosamente, la respuesta de Sócrates aquí huele a retórica y oratoria más que a diálogo, y su tono adquiere una pasión y una urgencia inusuales incluso para él. Esta intensa pasión sugiere la importancia vital para él (y por tanto para Platón) de los temas en cuestión. La mitología de la muerte que relata Sócrates en la conclusión del diálogo ilustra la importancia de la virtud tanto en este mundo como en el más allá.

 

Temas Importantes del Diálogo

Arte

De la palabra griega techne, que significa una habilidad técnica modelada. El arte se distingue de sus opuestos -la rutina de los impostores del arte y la adulación- por apuntar a lo verdaderamente bueno y no a lo meramente agradable. Sócrates utiliza esta definición (por ejemplo) para clasificar la retórica como la contrapartida de la adulación en el arte de la justicia. Otro aspecto de un arte es su relación con la racionalidad. Mientras que las artes falsas se basan en una irracionalidad equivocada, las verdaderas son verdaderas y tienen valor porque se basan en la razón. A modo de ejemplo, uno podría estar tentado de llamar a un proveedor de alcohol un practicante del arte de la salud, ya que uno se siente mejor cuando se le proporciona el producto del comerciante. Sin embargo, Platón argumentaría que se trata de una atribución irracional de efecto positivo, ya que la salud no mejora realmente, sino sólo de forma engañosa. Puesto que un practicante de la medicina mejora más verdaderamente la salud de aquel sobre el que ejerce tal médico, este último es un discípulo de un arte racional hábil, mientras que el primero lo es de uno irracional más hueco.

Diálogo

El método principal de la filosofía socrática verbal y platónica escrita, basado en el planteamiento y la respuesta conversacional a preguntas sobre cualquier asunto o concepto. Aunque a veces es casi dolorosamente metódica, la presentación de ideas en forma de diálogo crea al menos una impresión de mayor legitimidad filosófica, ya que el tratamiento de un tema (aunque sea ficticio) sólo avanza con el acuerdo entre los múltiples participantes sobre los pasos previos del argumento. Frente a la retórica del falso arte, Sócrates (y a través de él Platón) defiende que el diálogo es el único método fiable de investigación filosófica. Esto es así porque tiene en cuenta una democracia de perspectivas múltiples, a diferencia de la tiranía dominante de la retórica. A menudo, Platón utiliza de forma muy inteligente la estructura del diálogo en beneficio de sus diversos argumentos. Por ejemplo, con frecuencia hace que uno de los personajes más secundarios de una discusión esté profusamente de acuerdo con cada una de las investigaciones de Sócrates, lo que sirve para reforzar los puntos a los que asiente en la mente del lector. O bien, en lugar de socavar la fuerza de sus puntos, Platón utiliza el desacuerdo con Sócrates de cualquiera de los otros personajes para introducir perspectivas y objeciones cada vez más nuevas, cuya respuesta posterior empuja el diálogo a un territorio cada vez más nuevo para su consideración. Este dispositivo presenta una oportunidad perfecta para el avance de cualquier afirmación que Platón desee.

Adulación

Representa las falsas artes, aquellas prácticas que crean una falsa impresión de bien por medio de la excitación de lo agradable. Esta definición se basa en la existencia de lo agradable como algo diferente de lo bueno -un punto que Sócrates trata de demostrar más adelante en el diálogo- basado esencialmente en los objetivos de las impresiones frente a las manifestaciones reales del bien. Las falsas artes se oponen a las verdaderas (por ejemplo, la gimnasia), que apuntan directamente al bien por sí mismo. Véase también rutina.

Gimnasia

El arte de la aptitud física, una noción muy importante para la cultura griega clásica que consideraba al hombre como la medida de todas las cosas. A diferencia de su contrapartida de embellecimiento (la falsa impresión de buena forma física), el equivalente moderno de la gimnasia antigua existe en el entrenamiento cruzado de fitness. La gimnasia tenía una enorme importancia para los mismos griegos que crearon las Olimpiadas y que situaron al ser humano y a la forma humana en la cúspide de la razón, la belleza y la fuerza dentro del universo. Este hecho se evidencia por su enfoque casi obsesivo (descubierto en los restos del arte griego) en la figura humana en forma. La salud y la forma física adecuadas, conseguidas a través del arte de la gimnasia, eran la prueba de una vida y un alma saludables.

Justicia

Equidad (o, como lo definió Sócrates, partes iguales de todo para todos, ya sea prosperidad o castigo). La justicia es una especie de medicina para el alma; el arte del equilibrio final y el estado más elevado en el que puede estar el alma. A diferencia de su falsa contraparte, la retórica, este arte se logra a través de la templanza y es argumentado por Sócrates como la más virtuosa (y por lo tanto significativa) de las artes porque pertenece al gobierno apropiado del alma inmortal mientras reside en una cáscara humana mortal. Lo contrario de la justicia es la injusticia.

Medicina

El arte de la salud corporal, en contraposición a los halagos de la cocina. Al igual que en la actualidad, la medicina en la época de Platón era practicada por los médicos, aunque con un mayor énfasis en los aspectos adecuados de la dieta, y mediante tratamientos menos técnicos que los que se practican actualmente.

Retórica

a) La rutina de la oratoria, en contraposición al arte de la justicia. La retórica tiene como objetivo la persuasión, el placer y la creencia, más que la instrucción, el bien y la verdad. b) El método sofístico de la filosofía, del que Gorgias es un inminente practicante (su alumno Polus también es un retórico). La retórica consiste en densos discursos unilaterales sobre cuestiones filosóficas, pronunciados con exclusión de perspectivas alternativas. Véase también diálogo.

Rutina

Otra denotación de las falsas artes engañosas: aquellos oficios que crean meras impresiones de bien mediante la excitación de lo agradable. Véase también adulación.

Sofisma

Método griego antiguo de filosofía retórica. Para los sofistas, como Gorgias, la verdad es una cuestión de persuasión y creencia más que de conocimiento y verdad.

Templanza

La disciplina y la contención de los deseos. Tal y como Sócrates utiliza el término, la templanza representa un factor crucial en la consecución del bien. En el cuerpo, mejora la salud y suprime el deseo, aumentando así el poder de su poseedor. En el alma, se combina con la justicia para crear la más alta de las virtudes humanas. Lo contrario de la templanza es la intemperancia.

Virtud

La vida buena, la vida adecuada, la armonía del cuerpo y del alma. Para Sócrates (al igual que para Platón), la virtud representa el objetivo humano último, y se alcanza mediante una combinación adecuada de aptitud, templanza, justicia y las demás artes. La virtud es el bien supremo (la buena existencia), y es la suma abstracta de todas las instancias más específicas del bien. Es el foco unificador tanto del Gorgias como de la investigación filosófica de toda la vida de Platón.

 

Escrito por: Gonzalo Jiménez

Licenciado en Filosofía en la Universidad de Granada (UGR), con Máster en Filosofía Contemporánea en la Universidad Complutense de Madrid (UCM)
Desde 2015, se ha desempeñado como docente universitario y como colaborador en diversas publicaciones Académicas, con artículos y ensayos. Es aficionado a la lectura de textos antiguos y le gustan las películas y los gatos.

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