Análisis Filosófico de Match Point

Match Point - Woody Allen foto pelicula

Allen y el viaje de un hombre ambicioso, entre la pasión y la razón

Dirigida por Woody Allen, Match Point (estrenada en 2005) cuenta la historia de Chris Wilton, un joven irlandés de origen modesto que emigra a Londres y se retira del tenis profesional, donde conoce a Tom Hewett, un joven nacido en una familia de clase media. Chris y Tom se hacen amigos y Tom le muestra a Chris todos los aspectos de su cómoda vida. Tom se compromete con Nola mientras Chris seduce y se casa con la hermana de Tom. Al mismo tiempo, Chris y Nola entablan una relación, que conduce al nudo dramático de la trama: Chris se debate entre sus sueños de éxito y su pasión por Nola. De este modo, Woody Allen dirige una película profunda sobre el destino y la forma en que los individuos luchan con o contra él, así como sobre el papel del azar (véase la escena inicial de la película, en la que vemos una pelota de tenis tocando la red, sin saber hacia dónde caer).

Match Point y el dilema ético

Un dilema ético se refiere a una situación en la que un individuo se enfrenta a dos opciones vitales. Cada una de las dos opciones tiene sus atractivos. Chris ve a su esposa, miembro de la aristocracia inglesa, como un lugar de seguridad, opulencia, éxito, armonía pero también aburrimiento. Su amante Nola, en cambio, parece una apuesta arriesgada, tanto socialmente (Nola es una actriz fracasada, vendedora por despecho) como económicamente (Nola es americana de clase media, sin red en Inglaterra), como muestra de una vida intensa pero destructiva. Es incapaz de elegir entre estas dos vidas que se le ofrecen. Desde el punto de vista filosófico, la posición de Chris es similar a la del escepticismo, que se niega a decidir y elegir. De ahí la duda escéptica que acusaba la existencia misma del mundo. Pero fundamentalmente, la negativa de Chris a elegir ilustra una forma perversa del principio del placer: Chris lo quiere todo. Porque elegir sería renunciar, es decir, un disfrute menor, una pérdida de poder. Por lo tanto, Chris es un hombre de deseo total. Por supuesto, no puede tenerlo todo. Terminará eligiendo, asesinando a su amante Nola.

Este breve análisis de la voluntad de poder puede servir de transición al tema del superhombre de Dostoievski, que impregna la obra de Allen.

Match Point y la influencia de Dostoievski

En primer lugar, al principio de la película, vemos a Chris leyendo Crimen y castigo de Dostoievski, en el que el héroe Raskolnikov defiende las teorías nihilistas, que pone en práctica asesinando al viejo usurero. Dostoyevski presenta su versión, o más bien su crítica, del superhombre nietzscheano: el superhombre es aquel que cree que puede trascender los límites morales comúnmente aceptados, que piensa que su voluntad es la ley. Del mismo modo, el héroe de Match Point cree que puede escapar de la moralidad matando a su amante sin afrontar las consecuencias. Pero Allen se desvía de Dostoievski más adelante: mientras que al final de Crimen y castigo el héroe se entrega a la policía, realizando así su redención, el héroe de Match Point no es castigado por su crimen, sino que se salva gracias a una de sus improbables casualidades (la prueba de la culpabilidad de Chris se disuelve al rebotar un anillo en una barandilla cerca del Támesis, lo que permite a un vagabundo recogerlo y, por tanto, ser acusado en lugar de Chris).

Pues de eso se trata: del papel infravalorado del azar en nuestras vidas. Desde Descartes hasta Sartre, los filósofos modernos han hecho del libre albedrío un absoluto. Si hay que creer a Woody Allen, este no es el caso. Ni determinismo ni mundo de la libertad, los hombres evolucionan en un espacio regido por el azar, lo improvisado.

Esta película no condena el nihilismo: la moral es una producción humana. Lo importante es poder vivir con los propios actos. Chris será perseguido por el fantasma de Nola, pero, demasiado cómodo en su confort burgués, asumirá su acto sin acudir a la policía. La lección de Allen es alegremente inmoral: Match Point trata de un hombre ambicioso que hará cualquier cosa para ascender socialmente y forzar su destino. Es una película cínica pero deliciosamente agradable.

La película se cierra con una cita de Sófocles, pronunciada por Chris: «No haber nacido es quizá la mayor bendición», sugiriendo que la vida que lleva no merece la pena. ¿Es más probable que la pasión haga vibrar la vida que la comodidad de un entorno burgués? ¿O quiere decir Allen que la elección hace la vida insoportable?

Escrito por: Gonzalo Jiménez

Licenciado en Filosofía en la Universidad de Granada (UGR), con Máster en Filosofía Contemporánea en la Universidad Complutense de Madrid (UCM)
Desde 2015, se ha desempeñado como docente universitario y como colaborador en diversas publicaciones Académicas, con artículos y ensayos. Es aficionado a la lectura de textos antiguos y le gustan las películas y los gatos.

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