Más allá del pensamiento crítico

La mayoría de las personas estarían de acuerdo en que el fomento del pensamiento crítico es un objetivo educativo central. Pero hay otras habilidades de pensamiento complementarias que no deben descuidarse.

Un ejemplo es la creatividad. En nuestra vida personal y profesional, siempre nos enfrentamos a problemas que debemos resolver. Necesitamos el pensamiento creativo para idear soluciones, y necesitamos el pensamiento crítico para evaluar y mejorar estas soluciones. En nuestra página web tenemos un módulo de aprendizaje que trata específicamente de la creatividad.

Pero hay otro aspecto del pensamiento que también merece nuestra atención, y es la metacognición, o «pensar sobre el pensamiento». La metacognición consiste en conocer mejor nuestros propios procesos de pensamiento y ser capaces de supervisarlos y controlarlos. El pensamiento crítico debe implicar cierta cantidad de metacognición, porque necesitamos ser conscientes de nuestros propios razonamientos y encontrar formas de mejorarlos.

Convertirse en un pensador bueno y eficaz no es sólo cuestión de aprender lógica u otros principios de razonamiento. También requiere conocer nuestra propia mente, comprender nuestros puntos fuertes y débiles. También es importante obtener cierta comprensión de la psicología humana, como los típicos sesgos cognitivos que pueden influir en nuestras decisiones. Además, la aplicación con éxito de los conocimientos teóricos también requiere una personalidad y una actitud adecuadas. Por ejemplo, la persistencia en la resolución de problemas y un fuerte deseo de superación personal son rasgos valiosos que pueden mejorar nuestras habilidades de pensamiento a largo plazo.

Esto significa que una mentalidad disciplinada y reflexiva es muy importante para mejorar el pensamiento. El desarrollo de este tipo de pensamiento metacognitivo suele recibir muy poca atención en la enseñanza y el aprendizaje del pensamiento crítico. Sugerimos que el estudio del pensamiento crítico se entienda como un aspecto de la mejora de la metacognición. Si está interesado en aprender más sobre las conexiones entre el pensamiento crítico y la metacognición, hemos puesto a su disposición un documento de investigación sobre este tema:

Joe Lau (2015) «Educación metacognitiva: Going beyond critical thinking» En Davies y Barnett (eds.) (2015) The Palgrave Handbook of Critical Thinking in Higher Education. Palgrave.

Resumen: La metacognición consiste en tener conocimientos sobre los procesos cognitivos y ser capaz de supervisar y controlar estos procesos. Este artículo sostiene que la enseñanza del pensamiento crítico debería ampliarse y reconceptualizarse como parte de un programa más amplio para mejorar la metacognición, especialmente en el ámbito universitario. La competencia metacognitiva es necesaria para hacer frente a los rápidos cambios del mundo moderno, y proporciona la base para mejorar el pensamiento y el aprendizaje. Se propone que la competencia metacognitiva incluye cuatro componentes: metaconcepciones, conocimientos generales sobre los procesos cognitivos, metaconocimiento y autorregulación. El artículo examina investigaciones recientes para mostrar cómo estos componentes contribuyen a mejorar el pensamiento y el aprendizaje

Escrito por: Gonzalo Jiménez

Licenciado en Filosofía en la Universidad de Granada (UGR), con Máster en Filosofía Contemporánea en la Universidad Complutense de Madrid (UCM)
Desde 2015, se ha desempeñado como docente universitario y como colaborador en diversas publicaciones Académicas, con artículos y ensayos. Es aficionado a la lectura de textos antiguos y le gustan las películas y los gatos.

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